jueves, 20 de enero de 2011

Mujeres Reales


 Hace un tiempo cuando el calor todavía se sentía tímidamente en la ciudad de Barcelona, estábamos sentados en la terraza de un bar con mi amiga Gaby y mi esposo tomando una “caña” después de pasar una linda tarde paseando. Hablábamos de todo un poco, cuando de repente empezamos a hablar del rol de la mujer en estos tiempos.
Muchas veces nos burlamos de comentarios de mujeres que escuchamos en algún lado o que llegan a nosotras a través de terceros, pero la verdad es que si hay alguien a quien culpar en todo esto es a nosotras mismas!
Vamos mujeres no seamos farsantes! ¿Cuantas veces opinamos mal acerca de las mujeres de hoy en día que no trabajan o las que lo hacen en exceso? Hay que ser realistas, si bien por un motivo social las mujeres siempre fuimos las encargadas de llevar el hogar adelante ¿porque ahora por hacer este gran trabajo solamente, la sociedad nos mira con ojos críticos? Ya no es suficiente para una mujer estar a cargo de las grandes tareas que implican el hogar y la familia, no. Ahora debemos mantener el hogar y tener una carrera exitosa para ser catalogadas como lo que antiguamente llamaban una mujer “completa”. En los tiempos de antes esta definición abarcaba tener conocimiento de idiomas, música, artes, entre otras cosas. Hasta la propia Jane Austen lo define en sus tantos libros. Incluso en aquellos tiempos la mujer estaba encasillada a cumplir con ciertas obligaciones o tareas para que dentro de la sociedad las consideraran “acomplished” (completas).
Esa fue la discusión que tuvimos en aquella terraza. Mas que una discusión era como una confesión y liberación cuando las dos comenzamos a compartir nuestros mutuos sentimientos en el tema. Mi marido escuchaba atentamente nuestros comentarios con cierto aire de inocencia y sorpresa. Hay veces que tenemos que hablar en voz alta algunos temas para que ellos puedan entender lo complejo que es ser mujer en ciertos aspectos. Este artículo no pretende situarnos en la posición de víctimas ni mucho menos, simplemente quise compartirlo con Uds. Si bien muchas feministas estarían en contra de mis comentarios yo creo que nuestras abuelas y hasta algunas madres fueron plenamente felices siendo amas de casa. Este título, poco elegante, enmarca la gran responsabilidad que muchos de nuestros antepasados femeninos llevaron a cabo con gran amor y esfuerzo.
En definitiva, la sociedad y la posición de la mujer en ella no va a cambiar de la noche a la mañana. Como mujeres de este milenio tenemos que conjugar varias tareas como malabaristas y tenemos que ser concientes que de vez en cuando se nos va a caer una pelota y vamos a tener que retomar el juego. Pero siempre que le pongamos el corazón a lo que hacemos nunca va a ser imposible empezar de nuevo.
No importa cual sea nuestro camino a recorrer, ya sea siendo la mejor ama de casa y jefa de familia, siendo una exitosa profesional, empresaria o empleada dedicada. Lo que realmente importa es el esmero, esfuerzo y la dedicación que ponemos al hacer las cosas, para que lo hagamos de la mejor manera y nos haga sentir orgullosas.
Tenemos que ser más abiertas. Aceptarnos a nosotras mismas sin cargarnos de responsabilidades que muchas veces pueden ser compartidas con nuestros hombres. Pero lo más importante, más allá de permitirnos ser ayudadas, debemos ser más flexibles. Menos críticas. Como buenas mujeres que somos, vivimos criticando y en muchos casos las más criticadas terminamos siendo nosotras mismas. ¿Qué importa el qué dirán? Hagámosle caso a Talhía, jeje. Hay que ser fieles a nosotras mismas. Dejemos de insistir en encajar en estereotipos sociales herméticos y asfixiantes. Por esto voy a terminar con una frase que repetía  Mirtha Busnelli en Matrimonios y algo más
“MUJER, MUJER, MUJER, L-I-B-E-R-A-T-E!!!”

Para reírse un poco después de estas confesiones un tanto serias les aconsejo leer este artículo:

1 comentario:

  1. Esta conversacion me suena conocida. Pero, haciendo honor a mi genero: Coincido y Discrepo. Siendo muy joven aun para tener una opinion formada, y por falta de experiencia en ciertas areas femeninas, digo: Que cada una haga lo que quiera de su vida, mientas eso le de felicidad. Yo seguiré caminando mi vida, intentando lo mismo. Ahora, si alguna mujer está ahora en Ikea por ejemplo, paseando y gastando el dinero que su marido ganó, sugiero que no me lo cuente, porque estoy en el trabajo, tapada de papeles, pensando cómo se pasó enero de rápido, y yo sin vacaciones hasta Abril; que mi balanza podria desequilibrarse un poco, por envidia, obvio!! (y de la mala... no existe de la buena).

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